Niños y cámaras de seguridad ¿pueden protegerlos?

No es extraño oír que cada vez más se apuesta por instalar sistemas de videovigilancia en lugares frecuentados por niños: centros lúdicos, guarderías, colegios… e incluso en domicilios particulares en los que se contrata a profesionales del cuidado de menores. A raíz de esto pueden surgir algunas preguntas sobre si es adecuado o qué ocurre con el derecho a la intimidad de los pequeños.

En este sentido la Agencia Española de Protección de Datos es clara al respecto (puedes ver lo que dice aquí) hay que proteger de forma especial a los menores, pero desde luego sí que está permitido el uso de cámaras de seguridad cuando la finalidad de esta medida está justificada.

Las noticias acerca de acoso escolar salpican los medios de comunicación y a veces, por suerte de forma extraordinaria, tenemos que desayunar con informaciones sobre agresiones por parte de empleados de centros infantiles. Por eso no es descabellado apostar por las cámaras de seguridad como una herramienta de protección hacia los más pequeños.

Combatir el bullying en los centros educativos y garantizar la seguridad de las instalaciones son algunos de los objetivos de la videovigilancia que, siempre siguiendo las indicaciones legales, es una excelente forma de garantizar la buena convivencia entre los asistentes a colegios o institutos.

Pero no sólo se trata de evitar agresiones, sino que a través de los dispositivos de cámaras de seguridad también podemos hacer un seguimiento de nuestro hijo mientras está en la guardería. De esta forma podemos aliviar la ansiedad que puede surgir cuando lo dejamos en el centro infantil cuando es muy pequeño y dar respuesta a la pregunta de cómo estará, tan natural durante sus primeros años de escolarización.

Y tú ¿eres partidario de la videovigilancia para proteger a los niños?

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